Me encontraba allí parada en medio de la plaza esperándole.
Ya llegaba veinte minutos tardes. Como siempre.
No me cogía las llamadas. "Estará ya de camino" pensé.
Era él el que quería hablar eso tan importante conmigo, eso que solo me podía decir cara a cara. La razón por la que llevaba sin saber de él varias semanas. Y no aparecía.
Estuve esperándole una hora más.
Ni rastro.
Nunca más.
Desapareció de mi vida como pez en el agua. En un rápido visto y no visto.
Ni explicaciones, ni razones.
Solo un adiós.
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