¿De verdad existe un destino para nuestro amor?

El sol hace mucho que se apagó.
La intuición del crepúsculo dando aviso a la oscuridad me hizo ver lo bonitas que pueden ser las cosas antes de acabar.
Tú sabes que aún me pregunto cuando acabó, como el destelló de una luz que ya no se ve.
Tú sabes que me pregunto como pude dejarte marchar. Como pude dejar lo nuestro marchitar.
Que mi corazón está averiado, y ya no lo quiero reparar. Está cansado de romperse, ¿hay alguien que pueda unir los pedazos, para no volver a romperlos jamás?

Nuestro camino es el mismo y eso no podrás cambiarlo.

Cuando dos vidas se cruzan casi sin motivos, la distancia, el miedo, hace mil barreras.

La pasión se quedó en su habitación. 

La ilusión cada vez que suena el teléfono.

La soledad antes de dormir, hace que tus sueños añoren.

Lagrimas y llantos hacen que desborde mi almohada.

No trato de olvidar algo que siempre he recordado.

Cada cual tiene una historia en su memoria.

-Destino por casualidad. Shé.

Reflexión

Hoy me sucede quizás lo más típico de las personas. Me encuentro en el modo off de mi organismo.
Ahora mismo me gustaría ser como el viento, soplar fuerte, sentirme lejos, frío.
O quizás un loro de selva tropical, cálido, libre.
Ser el agua de un río. El primer copo de una nevada. Ser cada sonrisa.

Puede que esté algo mal desear ser quién no soy. ¿Y qué? Nadie debería decir lo que es correcto y lo que no, porque ninguna persona habita en la piel de otro.

Es triste ver como nos comportamos las personas. Que cabe de esperar. Somos animales.